Epopeya granadina contra las patentes de software
Ayer, dÃa 4, partimos hacia Madrid. El viaje fue planificado la noche anterior. Ir a Estraburgo es imposible.
La comitiva está compuesta por cuatro valientes: Erny- conductor y propietario del vehÃculo-, Pablo Ã?lvarez, Mu y un servidor. El coche avanza sin perder apenas un instante hacia nuestro objetivo. Erny nos explica bien nuestro objetivo: realizar una concentración informativa, no una manifestación, tratar de reunirnos con los representantes del PSOE (17:30) y posteriormente con los del PP (19:00), para explicarles nuestra postura, la importancia de la asistencia, y el voto a favor de las 21 enmiendas (es decir, en contra de las patentes).
No hay tiempo que perder, asà que dedicamos gran parte del trayecto a adelantar trabajo. Pablo llama a distintas agencias de comunicación y medios, simultáneamente con gente de Granada (EL PAIS, El Mundo, EFE, Reuters, ABC,…). Posteriormente, elaboramos un guión con los argumentos que vamos a utilizar con los polÃticos, para convencerles de qué es lo correcto.
No paramos para comer, paramos para recoger comida. Comemos, pues, dentro del coche. Erny, escrupuloso cumplidor de la norma de no hablar por el móvil en la conducción, no tiene mayor problema en conducir con bocata de jamón en mano.
Por fin llegamos a Madrid. Allà pasamos por casa de SMAB. SMAB es un panca-hacker, un hacktivista que se dedica a hacer protestas, performances, y, en general, a escandalizar para protestar contra las injusticias. Un tipo divertido, comprometido y con cierta dosis de conspiranoia, según me pareció.
Merece la pena echar un vistazo a su casa. Una gran cantidad de dispositivos electrónicos (ordenadores, cámaras, equipos de sonido,…) se mezclan con elementos de protesta más tradicionales. Podemos ver como se continúan secando las pancartas que la noche anterior preparó para el evento.
En plena calle, a la luz del dÃa, Erny y yo nos cambiamos completamente de ropa, en una muestra de exhibicionismo desvergonzado (las fotos no recogen tan bochornoso momento). Tenemos que estar formales para que nos reciban los polÃticos.
Ponemos rumbo a ferraz. Circular por Madrid es una locura, debido a las obras, que cambian el sentido de todas las calles. “¡Madrid 2012 para que el capital lo goce!”, exclama SMAB.
Llegamos tardÃsimo, a las seis y pico. SMAB paciente y concienzudamente demuestra la gran experiencia que tiene en montar pancartas. Conseguimos hacer dos de gran tamaño, perfectamente selladas, y de aspecto muy resistente. La pega, que se nos hace tardÃsimo.
De camino a la sede de los socialistas, nos encontramos con un grupo de manifestantes en coche, que nos reconoce gracias a nuestras gigantescas pancartas, y nos avisa de que la concentración allà ha terminado, y que ahora se van a Génova. Resignados, nos lamentamos de no haber podido hablar con nadie del PSOE, y nos damos prisa para evitar que se repita la misma situación con el PP.
De nuevo, la locura del tráfico de Madrid. Pero llegamos. Dirigidos por SMAB, nos colocamos estratégicamente con las pancartas, y nos reunimos con el resto de manifestantes, digo, de concentrados. En total, unos 200 según los organizadores, 2 según las autoridades, y millón y medio según la COPE.
Después de un tiempo, Erny, Pablo, Mu y no sé si alguien más entran en la sede. Yo me quedo fuera aguantando la pancarta, escuchando las indicaciones de SMAB en la calle de enfrente “¡Gira! ¡Gira!”. Yo giro, pero no logro entender el lema de una de las caras.
Salen de la sede e informan: no hay ningún polÃtico en la sede, no se ha podido hablar con nadie. Al parecer, no suelen encontrarse por la tarde. Me encuentro un poco decepcionado. Aún asÃ, entregan documentación, con las instrucciones de dárselo a la delegación europea del PP. El personal es receptivo y colabora con mucho gusto.
Llega un furgón de la policÃa. Con exquisita amabilidad, preguntan que quién organiza la manifestación. Le explico que no es una manifestación, sino una concentración informativa espontánea. Preguntan “Bueno, ¿y quién organiza esto?”. Le explico que no la organiza nadie, pero que somos representantes de estudiantes, de PYMES y alguna cosa más.
En el mismo tono amistoso, quieren saber lo que pretendemos, y les explico que querÃamos explicarles nuestra postura, para que votaran correctamente. Me informa: “no quedan polÃticos”, y les respondo que por eso nos estábamos preparando para irnos.
Como tardamos todavÃa como media hora en organizarnos, el policÃa, que aún está allÃ, vuelve a inquirir: “¿Pero no se iban?”. Le contestamos que nos estamos organizando para irnos, y él nos ruega que guardemos al menos la pancarta. Pablo le responde: “Lo siento, es que no me cabe en el bolsillo”.
SMAB pregunta cuál es el problema que le puede impidir ejercer su libertad de expresión. El policÃa se acerca, y le confÃa en voz baja y discreta: “Tenga en cuenta que cada pocas manifestaciones, les rompen los cristales a éstos”.
Una vez terminada la concentración, nos relajamos en un parque, bebiendo unos refrescos (hay que conducir). SMAB nos cuenta sus hackings, es decir, sus protestas.
Llega la hora de irse. El viaje de vuelta va a ser largo (igual que el de ida). Toca despedida de nuestro peculiar amigo.
La vuelta ocurre sin incidentes dignos de contar. Hago los ciento y pico últimos kilómetros para que Erny pueda descansar un poco, que se lo ha ganado.
Ha sido un viaje muy largo, y un dÃa agotador. Los manifestantes han sido muy escasos, y no hemos podido hablar con ninún polÃtico. Pero si el dÃa 6 la votación nos es favorable, habrá merecido la pena.
