Los que en Madrid quedamos
Viendo las fotos de los periódicos otros años, yo pensaba que Madrid en Agosto se quedaba vacÃo. Sin embargo, ya dentro, la verdad parece muy diferente. Cierto que hay menos gente (se nota desde la segunda quincena), pero aún queda la suficiente para formar aglomeraciones.
Sin embargo, es comenzar el mes, y tener la sensación de que se van olvidando de ti. El ejemplo más claro es el metro. No sólo han reducido el número de viajes- como si los que aún trabajamos no tuviéramos que llegar a tiempo ya- sino que poco a poco van cerrando estaciones, como se puede apreciar en la imagen:
Las zonas amarillas corresponden a aquellos trayectos o estaciones que han dejado de dar servicio. Tegno que levantarme un cuarto de hora antes, porque ese es el tiempo que tardo en llegar a la estación activa más cercana. Además, por algún motivo, las averÃas de trenes son más comunes que nunca, provocando retrasos de media a una hora.
Y ya ni siquiera me puedo entretener leyendo los periódicos gratuitos- mayor consuelo en las interminables horas de metro- ya que en Agosto cierran.
Calles cortadas, negocios y bares cerrados, cortes de agua incluso,… La actividad de Madrid desciende a un ritmo mucho mayor que la cantidad de ocupantes.
Tengo la sensación de que una mañana, al levantarme, me voy a encontrar con un panorama idéntico al principio de “Abre los ojos”. Como ocurra, entonces sà que paso de ir al tajo.
Y éste ha sido otro artÃculo más de niño quejica.