Lo que Novell no quiere que usted sepa
Novell, para quien no lo sepa, es una vieja empresa de informática que se adaptó a los tiempos que venÃan apostando por el software libre y por GNU/Linux. Primero se hizo con Ximian, la empresa que desarrollaba el lector de correo Evolution entre otras aplicaciones libre, y más tarde con SuSE, una de las clásicas distribuciones de GNU/Linux. La apuesta por el software libre fue muy fuerte, y no faltaron las palabras ácidas hacia el enemigo.
Hace un par de semanas éramos sorprendidos por la aparición de una alianza estratégica entre Novell y Microsoft, que erróneamente ha sido publicada en muchos medios como entre Linux y Microsoft.
Tras algunas lecturas positivas pero apresuradas, la Comunidad ha ido mostrando preocupación e incluso indignación por este movimiento. Algunos incluso han declarado que van a desinstalarse SuSE.
¿Por qué? Aunque la versión oficial es que pretenden mejorar la interoperatibilidad entre Linux y Windows, lo cierto es que la parte principal del acuerdo se refiere a la concesión mutua de patentes (recordemos que las patentes de software son legales en EEUU), incluyendo el compromiso de Microsoft de no demandar a ningún cliente de Novell por sus patentes.
¿Y qué tiene de malo eso? El equipo de Samba lo explicaba muy bien en una carta en la que instaban a Novell a recapacitar. Aceptar el acuerdo con Microsoft supone de alguna manera aceptar que son lÃcitas las demandas que el gigante les pudiera interponer. Al menos se está quitando de en medio si eso ocurre, abandonando el frente común con el resto de las empresas de software libre y la Comunidad.
El Mono BailarÃn no se caracteriza por la sutileza y ya ha empezado a amenazar con juicios a los que no usen el GNU/Linux de Novell.
Lo gracioso del tema es que muchas personas se preguntaban qué pasarÃa con una famosa sección de la web de Novell en la que se despacha a gusto con el gigante de Redmond: “Toda la verdad: lo que Microsoft no quiere que usted sepa”. A mà me parecÃa algo sin importancia, pero al final resulta que a Novell sà le debe importar, porque si pincháis el enlace seréis redirigidos a otra página menos comprometida.
Esta forma de autocensurarse y, sobre todo, ser hipócrita escondiendo lo dicho en el pasado, es lo que me ha terminado de dar muy mala espina. Lo borrarán definitivamente de la página, pero afortunadamente aún nos queda la caché de Google y el Archivo de Internet. En cualquiera de esos dos enlaces podéis ver lo que Novell decÃa de su nuevo amigo cuando no se ajuntaban.
Desde la comunidad se recuerda insistentemente a Novell que no les suele ir muy bien a los que se pasan al lado oscuro.