Nos pide Mariano Rajoy, no sé en base a qué autoridad, que mostremos nuestro amor a la bandera. Que exhibamos, por razones que todos conocemos, la bandera que nos representa a todos.
Pues lo siento, pero no. Servidor no se siente representado por ese trapo, ni por ningún otro. Ni tampoco se siente parte de ningún tipo de nación. Más bien creo, por mucho que duela a muchos, que ese tipo de sentimientos nacionalistas son los que crean tantos problemas en el mundo. Los responsables de que la gente se mate una a otra, mirando más a una tela multicolor que a la cara de su enemigo.
¿Y cuáles son los motivos que todos conocemos de los que habla Rajoy? ¿Crear un dÃa del 4 de Julio a la española? No creo. Por mucho que lo piense, sólo se me ocurre uno: reforzar la idea de que España son ellos, y no esos rojos que tienen mayorÃa en el congreso. Porque si realmente la bandera nos representa a todos y todos nos sentimos orgullosos por ella, ¿qué necesidad hay pues de demostraciones?
Me sorprende, o más bien me deberÃa sorprender, que sea precisamente éste el portavoz del mensaje. Hace meses denostaba el nacionalismo catalán arguyendo que lo importante no era la nación, sino el ciudadano. No tuve más remedio que alinearme con él y pensar “¡qué bien dicho!”.
Y es que si Mariano se siente liberal, deberÃa oponerse a la idea de nación. La nación en sà es un atentado contra la individualidad de la persona. Le crea obligaciones que no salen de ella misma, como sacar una bandera hoy, y realiza divisiones arbitrarias entre los seres humanos. Por tanto, insisto, quién se defina como liberal, no puede aferrarse a sÃmbolos artificiales. Lo que no se puede ser es liberal hoy y mañana no, para volver a serlo pasado.
Me ha resultado especialmente macabra y de mal gusto notar que esa bandera es la que cubre el férretro de los soldados. Ojalá, pensarán los familiares, hubiera podido ser enterrado como una persona normal, sin una muerte tan temprana.
Hoy veremos a mucha gente alienada (y a mucha alineada), portando los sÃmbolos que nos clasifican. Veremos también a los idiotas del PSOE hacer las mismas alabanzas a la patria y al orgullo nacional, no vaya a ser que pierdan las elecciones por antiespañoles. Por último, veremos a muchos clamando contra el fascismo de la nación española, mientras se adhieren al fascismo de otra nación más pequeña.
En resumen, hoy va a ser un dÃa bastante lamentable, salvo porque no trabajo, y voy a poder divertirme con mi familia y con mis amigos. Mi auténtica patria.