Asqueados Press

Este fin de semana me bajé para la Wii un juego por el que sentía bastante curiosidad. Me llevé una gran decepción al ver que la consola era incapaz de leer el disco, y caí en la cuenta de que el juego era de zona Japón, en lugar de Europa. ¿Cómo arreglarlo? Suele suceder con la tecnología que un problema es una oportunidad para lograr algo mejor.

En este caso mi “descubrimiento” han sido las aplicaciones caseras (homebrew). Mi objetivo era instalar una de ellas, Gecko OS, para poder emular otras regiones. Para ello, hay que seguir unos cuantos pasos. El lugar de referencia para las aplicaciones caseras es Wii Brew, así que el que esté interesado debería dirigirse directamente allí.

Paso 0. Qué necesitamos

• Una tarjeta SD, con espacio suficiente para instalar las aplicaciones. Es conveniente que no sea SDHC, que no tenga más de 2GB, y debe estar formateada en FAT16.
• Un ordenador con conexión para bajarnos dichas aplicaciones, así como todo lo que necesitamos para los pasos.
• Juego The Legend of Zelda: Twilight Princess.

Paso 1. Antes de encender la consola

1.1 Twilight Hack

La manera de ejecutar software no firmado (no autorizado), como el homebrew, en la wii es a través de un bug que se descubrió hace bastante tiempo en el mencionado juego “The Legend of Zelda: Twilight Princess”. Dicho bug, según lo poco que entiendo, hace que en ciertas condiciones se ejecute el contenido de ciertas zonas de memoria.

Pues bien, lo primero que tenemos que bajarnos es el Twilight Hack, una partida guardada para el juego, que cuando se dan las condiciones oportunas ejecuta un cargador, que es el que ejecuta nuestra aplicación casera. Una vez bajado (ver enlace anterior), lo descomprimimos en la tarjeta.

1.2. Homebrew Channel

Cuando el Twilight Hack se ejecute, cargará el fichero boot.elf o boot.dol de la tarjeta. Esto significaría que cada vez que quisiéramos cargar una aplicación tendríamos que sacar la tarjeta, grabar el fichero apropiado, cargar el Zelda, y forzar el bug. Para evitar tener que hacer este trajín regularmente, pillamos un “canal casero”. Cuando se ejecute, se instalará en la consola, y nos permitirá cargar las caseras directamente sin tener que cargar el Zelda. Además, nos permite tener varias aplicaciones en la misma tarjeta.

Pues bien, lo único que tenemos que hacer es bajarnos el Homebrew Channel, y copiar el fichero boot.elf en la raíz de la tarjeta.

1.3. Homebrew Browser

Realmente, estamos listos para hackear la consola. Ya no vamos a tener que cargar el Zelda cada vez, pero seguimos teniendo que hacer un trajín con las tarjetas cada vez que queramos grabar una nueva aplicación. Homebrew Browser es un programa que permite navegar por un extenso repositorio, y bajarnos directamente de Internet las aplicaciones que nos interesen. Para ello, descomprimimos el archivo en el directorio apps de la tarjeta (de modo que se queda en la ruta /apps/homebrew_browser).

Paso 2. Ejecutar el Twilight Hack

Lo primero que tenemos que hacer es cargar la partida guardada del Twilight Hack. Para ello, graba dicha partida, con el gestor de datos de la Wii, desde la tarjeta a la consola. Si tienes ya una partida del Zelda, deberás borrarla previamente (si la querías conservar, haz una copia de seguridad).

Una vez copiada, mete el CD del Zelda y ejecuta el juego. Carga la partida marcada como “Twilight Hack”. Maneja a Link, y habla con el mozo de enfrente (en el juego). Acto seguido la pantalla mostrará una salida en texto similar a una consola linuxera (precioso).

Paso 3. Instalar el Homebrew Channel

Tras ejecutar el Twilight Hack, si todo va bien, se cargará el instalador del Homebrew Channel en modo texto. Tras varios descargos de responsabilidad, aceptar, aceptar, aceptar (creo que “aceptar” era darle al botón de reset). Una vez terminado, tendremos una canal nuevo en el sistema de la consola: el Homebrew Channel.

Desde este canal podremos ejecutar todas las aplicaciones caseras que nos instalemos.

Paso 4. Ejecutar el Homebrew Browser

Si lo metimos previamente en la tarjeta, podremos ejecutar el Homebrew Browser. Agrupadas por categorías, están las diferentes aplicaciones. Para bajártelas, necesitas haber configurado correctamente los parámetros de conexión inalámbrica, pero no es necesario conectar explícitamente la consola antes de ejecutar el explorador: él la iniciará por ti.

El explorador actualiza la lista de aplicaciones automáticamente. Para instalar una, sólo tienes que pulsar el botón apropiado. Recuerda que las aplicaciones que te bajas se instalan todas en la tarjeta SD, por lo que deberías asegurarte de que tienes espacio suficiente (o te encontrarás con un feo error con fwrite).

Paso 5. Instalar el Gecko OS

El Gecko OS es un cargador de juegos que te permite jugar con discos de diferentes regiones, como el que inició todo este follón. Algunos comentarios dicen que podría cargar juegos no firmados. No sé aún si eso implica cargar juegos piratas sin modificar la consola.

Una vez instalado, el juego carga, ¡por fin! Pero en blanco y negro (bueno, escala de grises), no sé si es un error habitual. Aparte de eso, el juego es francamente divertido, sobre todo jugado en grupo.

Otras aplicaciones

El repositorio es enorme, y además hay otras muchas que ni siquiera están. Es posible que necesites grabar cosas a mano (como juegos para el ScummVM), así que para ello quizá prefieras instalar algún método de acceso por red a la consola, en lugar de andar sacando y metiendo la tarjeta del ordenador o consola. Yo he probado ftpii, que instala un servidor ftp en la consola, pero la transferencia es enormemente lenta, y falla muchas veces.

De los juegos que he probado, me quedo con dos: Duck Hunt, por valor retrofriki, y Quake, porque mola, y porque apuntar con el wiimote le da un toque distinto.

Conclusión

Y eso es todo, por ahora. Espero que a alguien este resumen le ayude, aunque recomiendo las fuentes originales para los detalles. Sólo me queda expresar mi más profunda admiración por la portentosa inteligencia y el talento de todos los que han sido capaces de realizar estos hackeos a la consola, haciendo todo esto posible.

Ayer supimos que Google liberaba completamente Android. La noticia terminaba incluyendo una referencia sobre los deseos de la comunidad de Openmoko de portar la plataforma a sus móviles.

Pues bien, hoy hemos sabido que Openmoko ya estaba trabajando en la adaptación. Al parecer, en breve se van a publicar los parches que permitirían ejecutar Android en los distintos Neo (GTA01 y GTA02), y según cuentan funciona bastante bien, salvo ciertos problemas como los relacionados con el suspender/reanudar.

Koolu, un distribuidor oficial de Openmoko y socio de Google Apps, anuncia que a partir de Noviembre habrá una beta de Android para el Neo Freerunner, y que en un futuro venderán dicho móvil con dicho sistema instalado.

Según nos cuenta el diario ABC,
España retrocede tres puestos en libertad de prensa, según la clasificación
que Reporteros Sin Fronteras hace anualmente.

Los principales motivos parecen ser, aparte del principal que es el
terrorismo, la extorsión por parte de ciertos intereses económicos, las
presiones de la SGAE para cerrar sitios web, y el secuestro de la
revista El Jueves por injurias a la Corona (habría que añadir aquí
también las denuncias a otros medios como “caduca Hoy”).

Los primeros puestos son para países europeos, además de Canadá y Nueva
Zelanda, mientras que España comparte posición con Bosnia y Herzegovina,
Cabo Verde, Sudáfrica, Taiwan y Estados Unidos de América.

Tener un troll en un foro es como tener un perro debajo de la mesa: no deja a nadie participar tranquilo.

La solución para que dejen de incordiar se conoce desde hace tiempo en ambos casos: no darle de comer, hasta que el animal entienda que no va a lograr nada.

Pero si alguna vez habéis tenido un perro, y habéis intentado que no caiga en la molesta costumbre de pedir, seguro que conocéis el mayor impedimento que existe: los demás. Ya puedes ser todo lo estricto que quieras, que siempre acabará un amigo, un familiar, o cualquier otro hijo de perra soltándole la comida bajo el mantel. Y todos tus esfuerzos al garete.

Puedes advertírselo a todos tus familiares y amigos, puedes incluso implorar por su colaboración, que alguien acabará suministrando la golosina, echando a perder la disciplina seguida con el can. Es más, la probabilidad de que esto sucede aumenta vertiginosamente con el número de comensales, llegando a altas probabilidades con unos cinco comensales o así.

En los foros pasa exactamente igual. La mejor solución es ignorar al troll. Pero basta con que uno solo entre al trapo, para que el troll tenga su bocado y lo tengamos varios días debajo de la mesa. Como ocurre a todos los niveles, si un fin depende de la capacidad para cerrar filas, está prácticamente abocado al fracaso.

Así, los foreros sensatos, no entran en discusión. Después, a la vista de la actitud de los demás, se desgañitan advirtiendo “DON’T FEED THE TROLL”. No sirve tampoco. Las ganas de que sus argumentos no queden rebatidos, y, posiblemente, el orgullo del ingenio mostrado en la respuesta son tentaciones demasiado fuertes incluso para aquellos que son conscientes de la naturaleza troll de su adversario.

El dueño del perro tiene dos opciones: o seguir en sus trece, que posiblemente sea una tarea inútil, ya que el perro no se va a ir de debajo de la mesa, o acabar transigiendo e incluso alimentando tú también al animal, pues no quieres ser el único que no disfrute de su cariño.

En el caso de los trolls, poca gente quiere su cariño, pero en una conversación guiada por ellos, no entrar significa quedarse fuera de la diversión. Al final, muchos de los que advierten, acaban dando aunque sea migajas al troll, que casi siempre sale triunfante.

Es por esto que la estrategia más efectiva, ignorar al sujeto, casi siempre falla.

¿Alternativas? Para muchos, darle una patada al animal conforme se acerca a la mesa, o en el caso del foro, banear a los usuarios molestos. Pero el perro seguirá insistiendo (la comida es un incentivo más poderoso que las patadas) y el troll seguirá encontrando su camino al foro (cambiando de usuario, proxies, etc).