Asqueados Press

I was never truly sure about BadVista, an FSF campaign warning about the dangers and inconveniences about Windows Vista and proprietary software. I am basically agree with most of its contents, but the direct and reckless attack often gets the opposite effect: to feel sympathy for the victim, and to stand in one’s previous positions. This effect is seen in many areas, but its notable in politics, where most times strong attacks from one party to another only achieve to mobilize the followers of the attacked party.

Now, when the unpublished Windows 7 is having a good reception amongst press and hobbyists, FSF launches Windows 7 Sins, a very similar campaign. There is something I like from this campaign, that is remembering that even if Windows 7 was technically wonderful (that is yet to be seen), there are reasons to reject it that are more related with its proprietary character, and these reasons are the ones in which we must be centered. Windows Vista was received badly by almost everyone, but it was for being technically poor, not by its privations of user freedom.

Free software supporters often wield technical topics when discussing against Windows, or other proprietary software. We do that because sometimes we find impossible, or very difficult, that people gets convinced by more philosophical ideas, but this is in great part a mistake, because when a techincally prefect proprietary software appears, these points fall by their own weight. BadVista and 7sins attack the root of the problem, instead of shielding in sentences like “Windows Vista eats a lot of RAM” or simply “Windows Vista is crap”.

My impression is that 7 sins has had much more repercussion that its predecessor, maybe for the expectation that Windows 7 has generated. It has received a lot of enthusiastic celebration from some activists, community members and fans. It has received too a lot of negative criticism, thought, centered in an idea somewhat similar to the one I exposed in the beginning: “We must center on the good things free software can offer, instead of the enemy’s bad points”.

This criticism is mostly right, but not fully. Free software born in opposition to the abuses of proprietary software, it is reasonable to speak against its defects that we want to solve. We could speak, thought, of the adaptability of free software and others advantages not directly related with proprietary defects.

My reticence to this campaign is the same that I had with is predecessor: the reckless attacks get supporters into trenches and not so identified people into sympathy for the victim.

But I don’t want to fall into contradiction, so I am to speak in a positive way about a campaign that is not new, but I felt in love the first time I saw it. Meet get GNU/Linux. The campaign is very close to FSF philosophy, but I don’t think it will receive its bless because it often uses Linux for GNU/Linux, and because it recommends not 100% free distros, like Ubuntu.

Anyway, I believe these concessions are minimal and perfectly pardonable. By the other hand, its offers a moderated and nice tone, gives the information in a clear and concise way, with small paragraphs with links to expand information. It has a section discussing the problems with Windows, but in a restfully tone that will not scare people as the one used by 7 sins, while still speaking about the base problems of proprietary software, instead of trying to convince that Windows is a botch.

In conclusion, a wonderful site to address someone who wants to know what is this Linux (or GNU/Linux) and free software, or why we oppose Windows with this strength.

This is a translation of an Spanish article I made.
I apologize for the comments of the blog not working. If you see mistakes (there must be lots of them) in my English, please write me in badenglish _at_ member _dot_ fsf _dot_ org.

Nunca me convenció del todo BadVista, una campaña de la FSF para avisar de los peligros e inconvenientes del Windows Vista en particular y el software privativo en general. Aunque esté de acuerdo con la mayor parte del contenido, el ataque frontal y sin cuartel provoca en muchos individuos el efecto contrario: sentir simpatía por la víctima, así como aferrarse a sus opiniones anteriores. Este efecto se ve en muchos campos, pero es muy llamativo en la política, donde muchas veces los ataques virulentos de un partido a otro hacen movilizarse y ganar al partido que está siendo acosado.

Ahora, ante la buena prensa que está teniendo el inédito Windows 7, la FSF lanza la campaña Windows 7 Sins, muy en la línea de BadVista. Hay una parte que me gusta de la campaña, y es recordar que, por muy bueno que sea Windows 7 técnicamente (aunque eso está por ver), hay razones para rechazarlo que tienen que ver con su carácter privativo, y es en estas en las que nos tenemos que centrar. Windows Vista ha sido visto con muy malos ojos por casi todos, pero como malo técnicamente, no por las privaciones a la libertad de los usuarios.

Los partidarios del software libre a menudo aludimos a temas técnicos para argumentar contra Windows u otros programas privativos. Lo hacemos porque a veces nos resulta imposible, o muy difícil, que a la gente le convenzan otras ideas más filosóficas, pero es en gran medida un error, puesto que ante un programa privativo perfecto técnicamente, esos argumentos se nos caen. Estas campañas atacan a la raíz del problema, en lugar de escudarse en “Windows Vista ocupa mucha memoria” o simplemente “Windows Vista es una mierda”.

Tengo la impresión que la de los siete pecados ha tenido más repercusión que su predecesora, quizás por la expectativa que se ha generado a raíz de Windows 7. Ha recibido por un lado mucho entusiasmo por parte de algunos activistas, miembros de la comunidad y fans. También ha recibido críticas negativas, que se centran en una idea que se parece poco a la que expuse inicialmente: “Hay que centrarse en las cosas buenas que tenemos que ofrecer en lugar de las malas del enemigo”.

La crítica tiene su buena parte de razón, aunque no plena. Al fin y al cabo el software libre surgió en contraposición a los abusos del software privativo, es normal hablar de los defectos de éste que aquel quiere subsanar. No obstante, es cierto que se podría hablar de “en el software libre cualquiera puede adaptarlo” y alguna ventaja más que no tiene que ver con un defecto del privativo.

Mi reticencia a la campaña es la misma que en la anterior, el ataque sin tregua produce el atrincheramiento de los partidarios y la simpatía por la víctima de los que no estaban tan identificados.

Y para no caer en la contradicción, hablaré en positivo de una campaña que tiene algunos años, pero cuando la vi me enamoró. Se trata de get GNU/Linux. La campaña es muy cercana a los planteamientos de la FSF pero no creo que reciba su bendición ya que usa a menudo Linux en vez de GNU/Linux, y también porque recomienda distros que no son libres al 100%, como Ubuntu.

No obstante, creo que esas concesiones para llegar al usuario son mínimas y perfectamente disculpables. Como contrapartida tiene un tono moderado y agradable, ofrece la información de manera clara y concisa, en párrafos pequeños con posibilidad de ampliar. Aunque tiene una sección hablando de los problemas de Windows, el tono es más sosegado y creo que echará menos para atrás que el que han usado los autores de “7 sins”, mientras siguen aludiendo a los problemas de base del software privativo y no a tratar de convencer de que Windows es una chapuza.

En definitiva, un estupendo sitio al que dirigir a alguien que quiera saber qué es esto de Linux (o GNU/Linux) y el software libre, o por qué nos oponemos tanto a Windows.

Menuda se ha liado en la blogosfera con los esfuerzos de localización de Microsoft. El anuncio original nos muestra la imagen de una blanca, un negro y un amarillo trabajando juntos. Y es que la multiculturalidad en Estados Unidos mola.

Pero ahora toca hacer la réplica polaca de la imagen, y se dan cuenta de que en Polonia, mal que les pese, los negros no caen bien. Así que el departamento de márqueting, tomando como principio adaptarse al pensamiento local (y el ahorro en esfuerzos), sustituye al señor negro por un blanquito (además más joven). ¿Rehacer la foto? Demasiado esfuerzo, se pega la foto del blanco en el cuerpo del negro y queda ni que pintado (valga la expresión). ¿Quién se va a fijar en que la mano es más morena que la cara?

Microsoft ya ha publicado una disculpa por el incidente racista, y el sitio polaco muestra ahora al señor afroamericano. No sabemos qué ha sido del otro individuo.

Vía gollo.

Me llega de la lista de anuncios de la FSF un aviso sobre las patentes de software en Nueva Zelanda. Al parecer se prepara una ley (Patent Bill) que reformaría, o mejor reemplazaría, todo el sistema de patentes. En dicha ley no se hace mención a ningún tipo de excepción respecto a la patentabilidad del software, por lo que sería una puerta abierta a este tipo de patentes.

Existe una web donde los ciudadanos pueden enviar sus inconvenientes y sugerencias hasta el 2 de julio. Al parecer la participación por parte de los que se oponen a las patentes de software ha sido preocupantemente baja.

Más información en el sitio de End Soft Patents sobre Nueva Zelanda.

Ayer comenté que quería comentar un problema asociado al plan de los portátiles, pero que no me cabía.

No es un problema con el concepto en sí, por lo que es ajeno al debate de si el Estado debe o puede gastar ese dineral, o si la letra en papel entra y que mis hijos estudien como estudiaron mis abuelos. Se trata más bien de un problema lateral, algo que habría que pulir antes de llevarlo a cabo. Y no, tampoco voy a hablar del sistema operativo.

Se trata de la seguridad, pero entendida en un sentido más tradicional, no informático. Comentaba Zapatero que la idea, excelente a priori, es que el alumno tenga todo lo que necesita en el portátil, y que cuando llegue a casa pueda acabar lo que ha empezado en el colegio.

Como soy una persona poco constante, pasé mucho tiempo en la facultad. Cuando estaba terminando, empezó a generalizarse el uso entre los estudiantes de los portátiles, porque te podías conectar a la inalámbrica de la Universidad, y porque así podías trabajar en el mismo entorno en casa y en la escuela (y el cambio de entorno era un quebradero de cabeza para las prácticas).

Pero con los portátiles, empezaron a aparecer problemas. Unos cuantos indeseables comenzaron a rondar los alrededores de la Escuela a la caza del estudiante, sabiendo que casi seguro iban a encontrar un buen botín. El robo de los portátiles se convirtió en el pan nuestro de cada día- ante la pasividad de las autoridades.

Por eso, tener a los niños llevando portátiles de aquí para allá puede aumentar el riesgo alrededor de los colegios, sobre todo para aquellos niños que, como yo, iban solos al colegio sin que nadie los dejara o recogiera. Y ya no sólo peligra el portátil, sino cualquier cosa que el niño pudiera llevar e incluso su misma integridad física.

Es de suponer que si el niño pierde el portátil, el Estado debe reemplazarlo, o el niño quedará atrasado respecto a los demás. Por esto, a la vez puede subir el gasto mucho más de lo previsto, y por otra parte dejamos un suministro ilimitado para los portátiles de contrabando.

También tenemos un riesgo más indirecto: el de fraude. Algunos padres sinvergüenzas pueden no esperar a que sean otros los que hagan el robo, sino denunciarlo y venderlo ellos mismos. ¿Qué padre jugaría así con la educación de sus hijos? Al parecer, muchos. El otro día me contaron de un pueblo donde muchos padres venden los libros de texto que la Junta de Andalucía les provee, dejando al chaval sin material de estudio.

Con todo esto, no quiero decir que la idea sea mala, sino que hay que hacerla con la suficiente previsión. Se me ocurren algunas ideas:

1) Los portátiles u ordenadores se quedan en el colegio, no se mueven de un lado para otro. El niño hace su tarea en el colegio, y para las tareas de casa se usan otras herramientas. Una posibilidad sería que las herramientas de trabajo de los alumnos fueran online y que se pudiera acceder desde fuera, con su contraseña, al trabajo que lleva hecho, pero eso excluiría a los que no tienen equipo o conexión en casa (esto enlaza con la necesidad de acceso universal a Internet).

2) Los portátiles son de gama muy baja. Lo justo y necesario para que el niño haga sus tareas. Además, la carcasa y componentes van marcados como ordenadores educativos. Ambas condiciones harían menos apetecibles dichos equipos para los capullos que compran artículos robados, últimos responsables de estos robos y agresiones.

¿Y tú? ¿Ya contratas guardaespaldas para tus críos?

El Gobierno ha repetido hoy en el debate sobre el estado de la nación su intención de dotar a cada alumno de un portátil para su desempeño académico. El pacto con, entre otros, Microsoft, hizo suponer que los portátiles vendrían con Windows instalado.

Pues bien, según cuentan en radiocable.com, es cuestión de cada CCAA el software que se instale. El Gobierno sólo exigirá que se posibilite el arranque dual. El ejecutivo ha explicado también que en aquellas comunidades con red educativa en marcha, se usará el sistema de la misma.

De aquí en adelante, mi opinión personal. Si bien la fragmentación puede provocar algún problema (¿cuando algún alumno se cambie de CCAA tendrá que devolver el portátil y adquirir otro, o habrá alguien que le reinstale el sistema de su comunidad?), me alegro de que el criterio quede en manos de las regiones, porque parecen hacer mayores esfuerzos por el software libre que el gobierno central.

En conclusión, considero la noticia regular. Hubiera sido buena si todos los ordenadores fueran con software libre, y mala si todos fueran con Windows.

Reivindicaciones gnuinas aparte, también que la decisión sea de ellas tiene su coherencia dentro del modelo de Estado, en el que la Educación es competencia autonómica, y en el que, como se ha mencionado antes, varias comunidades tienen ya una estructura infoeducativa montada. Además, al parecer los equipos los van a tener que costear las comunidades. La existencia de lenguas propias en ciertas regiones es un factor más a tener en cuenta.

Otra crítica no informática que se ha hecho a la medida por parte de grupos de izquierdas es que la consideran poco progresiva, en el sentido en que se da un portátil a cada alumno independientemente de sus posibilidades económicas, por lo que se “regala” cosas a gente que no las necesita remotamente. En otros casos estoy muy de acuerdo con ellos (cheque bebé, 400 euros, etc), pero esta vez hay una diferencia.

Yo no considero este plan como una ayuda económica a las familias (aunque en algunos casos pueda representarlo), sino como una inversión en educación. La cuestión es cambiar totalmente de modelo de trabajo educativo, adaptándolo a la era de Internet. Para esto, es necesario que todos los alumnos dispongan de un ordenador portátil con la misma instalación, y sería muy problemático obligar a las familias de rentas más altas a adquirirlo por su cuenta e instalarles lo que el gobierno regional diga.

Se me ocurre algún problema más con esta medida, pero como esto está quedando ya suficientemente largo, lo dejo para otra entrada.

La FSF ha acuñado una nueva trampa más: la trampa Javascript . En el artículo, la fundación nos cuenta que si bien el código fuente de Javascript es visible por el usuario, los navegadores no suelen notificar suficientemente cuando hay código en ejecución y de qué tipo de código se trata. Tampoco permiten con facilidad reemplazar el código javascript por uno modificado por el usuario, como exigiría un software libre. Critica también el modo de actuar de Google Docs, que baja medio mega de código ofuscado.

En el final del artículo hace varias proposiciones para atajar el problema, que consisten generalmente en modificaciones a los navegadores para que actúen más inteligentemente frente al javascript, permitiendo al usuario saber qué tipo de código va a ejecutarse antes de permitirlo, y en permitirle cargar código o secciones de código, reemplazando al del servidor.

Via bgta me entero de que Microsoft ha decidido demandar a TomTom por violación de patentes.

Aunque al principio MuyLinux dice que parte de la demanda es por el uso de Linux, parece que desde Microsoft desmienten o quitan iportancia a este punto. Lo más llamativo es la simpleza de la patente que quieren aplicar, desde luego nada asociada a una implementación, que es al hecho de que un archivo pueda tener un nombre largo y un nombre corto a la vez, por motivos de compatibilidad hacia atrás.

Este fin de semana me bajé para la Wii un juego por el que sentía bastante curiosidad. Me llevé una gran decepción al ver que la consola era incapaz de leer el disco, y caí en la cuenta de que el juego era de zona Japón, en lugar de Europa. ¿Cómo arreglarlo? Suele suceder con la tecnología que un problema es una oportunidad para lograr algo mejor.

En este caso mi “descubrimiento” han sido las aplicaciones caseras (homebrew). Mi objetivo era instalar una de ellas, Gecko OS, para poder emular otras regiones. Para ello, hay que seguir unos cuantos pasos. El lugar de referencia para las aplicaciones caseras es Wii Brew, así que el que esté interesado debería dirigirse directamente allí.

Paso 0. Qué necesitamos

• Una tarjeta SD, con espacio suficiente para instalar las aplicaciones. Es conveniente que no sea SDHC, que no tenga más de 2GB, y debe estar formateada en FAT16.
• Un ordenador con conexión para bajarnos dichas aplicaciones, así como todo lo que necesitamos para los pasos.
• Juego The Legend of Zelda: Twilight Princess.

Paso 1. Antes de encender la consola

1.1 Twilight Hack

La manera de ejecutar software no firmado (no autorizado), como el homebrew, en la wii es a través de un bug que se descubrió hace bastante tiempo en el mencionado juego “The Legend of Zelda: Twilight Princess”. Dicho bug, según lo poco que entiendo, hace que en ciertas condiciones se ejecute el contenido de ciertas zonas de memoria.

Pues bien, lo primero que tenemos que bajarnos es el Twilight Hack, una partida guardada para el juego, que cuando se dan las condiciones oportunas ejecuta un cargador, que es el que ejecuta nuestra aplicación casera. Una vez bajado (ver enlace anterior), lo descomprimimos en la tarjeta.

1.2. Homebrew Channel

Cuando el Twilight Hack se ejecute, cargará el fichero boot.elf o boot.dol de la tarjeta. Esto significaría que cada vez que quisiéramos cargar una aplicación tendríamos que sacar la tarjeta, grabar el fichero apropiado, cargar el Zelda, y forzar el bug. Para evitar tener que hacer este trajín regularmente, pillamos un “canal casero”. Cuando se ejecute, se instalará en la consola, y nos permitirá cargar las caseras directamente sin tener que cargar el Zelda. Además, nos permite tener varias aplicaciones en la misma tarjeta.

Pues bien, lo único que tenemos que hacer es bajarnos el Homebrew Channel, y copiar el fichero boot.elf en la raíz de la tarjeta.

1.3. Homebrew Browser

Realmente, estamos listos para hackear la consola. Ya no vamos a tener que cargar el Zelda cada vez, pero seguimos teniendo que hacer un trajín con las tarjetas cada vez que queramos grabar una nueva aplicación. Homebrew Browser es un programa que permite navegar por un extenso repositorio, y bajarnos directamente de Internet las aplicaciones que nos interesen. Para ello, descomprimimos el archivo en el directorio apps de la tarjeta (de modo que se queda en la ruta /apps/homebrew_browser).

Paso 2. Ejecutar el Twilight Hack

Lo primero que tenemos que hacer es cargar la partida guardada del Twilight Hack. Para ello, graba dicha partida, con el gestor de datos de la Wii, desde la tarjeta a la consola. Si tienes ya una partida del Zelda, deberás borrarla previamente (si la querías conservar, haz una copia de seguridad).

Una vez copiada, mete el CD del Zelda y ejecuta el juego. Carga la partida marcada como “Twilight Hack”. Maneja a Link, y habla con el mozo de enfrente (en el juego). Acto seguido la pantalla mostrará una salida en texto similar a una consola linuxera (precioso).

Paso 3. Instalar el Homebrew Channel

Tras ejecutar el Twilight Hack, si todo va bien, se cargará el instalador del Homebrew Channel en modo texto. Tras varios descargos de responsabilidad, aceptar, aceptar, aceptar (creo que “aceptar” era darle al botón de reset). Una vez terminado, tendremos una canal nuevo en el sistema de la consola: el Homebrew Channel.

Desde este canal podremos ejecutar todas las aplicaciones caseras que nos instalemos.

Paso 4. Ejecutar el Homebrew Browser

Si lo metimos previamente en la tarjeta, podremos ejecutar el Homebrew Browser. Agrupadas por categorías, están las diferentes aplicaciones. Para bajártelas, necesitas haber configurado correctamente los parámetros de conexión inalámbrica, pero no es necesario conectar explícitamente la consola antes de ejecutar el explorador: él la iniciará por ti.

El explorador actualiza la lista de aplicaciones automáticamente. Para instalar una, sólo tienes que pulsar el botón apropiado. Recuerda que las aplicaciones que te bajas se instalan todas en la tarjeta SD, por lo que deberías asegurarte de que tienes espacio suficiente (o te encontrarás con un feo error con fwrite).

Paso 5. Instalar el Gecko OS

El Gecko OS es un cargador de juegos que te permite jugar con discos de diferentes regiones, como el que inició todo este follón. Algunos comentarios dicen que podría cargar juegos no firmados. No sé aún si eso implica cargar juegos piratas sin modificar la consola.

Una vez instalado, el juego carga, ¡por fin! Pero en blanco y negro (bueno, escala de grises), no sé si es un error habitual. Aparte de eso, el juego es francamente divertido, sobre todo jugado en grupo.

Otras aplicaciones

El repositorio es enorme, y además hay otras muchas que ni siquiera están. Es posible que necesites grabar cosas a mano (como juegos para el ScummVM), así que para ello quizá prefieras instalar algún método de acceso por red a la consola, en lugar de andar sacando y metiendo la tarjeta del ordenador o consola. Yo he probado ftpii, que instala un servidor ftp en la consola, pero la transferencia es enormemente lenta, y falla muchas veces.

De los juegos que he probado, me quedo con dos: Duck Hunt, por valor retrofriki, y Quake, porque mola, y porque apuntar con el wiimote le da un toque distinto.

Conclusión

Y eso es todo, por ahora. Espero que a alguien este resumen le ayude, aunque recomiendo las fuentes originales para los detalles. Sólo me queda expresar mi más profunda admiración por la portentosa inteligencia y el talento de todos los que han sido capaces de realizar estos hackeos a la consola, haciendo todo esto posible.

Ayer supimos que Google liberaba completamente Android. La noticia terminaba incluyendo una referencia sobre los deseos de la comunidad de Openmoko de portar la plataforma a sus móviles.

Pues bien, hoy hemos sabido que Openmoko ya estaba trabajando en la adaptación. Al parecer, en breve se van a publicar los parches que permitirían ejecutar Android en los distintos Neo (GTA01 y GTA02), y según cuentan funciona bastante bien, salvo ciertos problemas como los relacionados con el suspender/reanudar.

Koolu, un distribuidor oficial de Openmoko y socio de Google Apps, anuncia que a partir de Noviembre habrá una beta de Android para el Neo Freerunner, y que en un futuro venderán dicho móvil con dicho sistema instalado.