Ayer me enteré en el programa crisis.soluciones, de TVE, de que tanto debate sobre el abaratamiento del despido es estéril, dado que nadie quiere abaratar el despido. Éstas son las posturas:
Sindicatos (UGT y CCOO): Rotundamente no. El empleo ya es lo suficientemente precario en España. Para salir de una crisis, se necesita confianza, que permita a los ciudadanos consumir e invertir (que es lo que genera actividad económica, que es lo que genera empleo). Un trabajador que sabe que al dÃa siguiente puede ser despedido y se puede quedar con una mano delante y otra detrás no puede tener esa confianza, y contiene el gasto ante las previsibles dificultades.
PolÃticos (PP y PSOE): Rotundamente no (Montoro dixit). Bajar la protección social no es lo que requiere el momento. En este caso la divergencia principal estaba entre contener el gasto público o mantenerlo/incrementarlo para generar empleo (claro está quién dice cada cosa).
PYMES: Da igual. Lo importante es que lleguen los créditos, que no están llegando y las pymes se ahogan.
Empresarios (CEOE): Boquiabierto me quedé cuando DÃaz Ferranz se posicionó radicalmente en contra de abaratar el despido (aparentemente en contra de lo sostenido en otras ocasiones). Aquà está el meollo de lo que querÃa contar, asà que aprovecharé para extenderme sobre su argumento.
Existe un buen número de contratos indefinidos en España, cuya indemnización por despido improcedente es 45 dÃas por año trabajado. Esa gente tiene una posición cómoda y un trabajo de calidad. DÃaz Ferranz no quiere cambiar esto, pues nos desea a los indefinidos la misma felicidad de la que actualmente gozamos.
Por desgracia, existe en España personas que lo pasan bastante peor. Estas personas tienen contratos de mala calidad (en lo que al parecer los empresarios no tienen responsabilidad), temporalidad e inseguridad. DÃaz Ferranz, consciente de su sufrimiento, les quiere ayudar, si el Gobierno les deja (dÃgase con cara de consternación). Les ofrece un contrato indefinido, pero de despido más barato (tan sólo 20 dÃas por año trabajado). ¡Ojo! No quiere quitarles el contrato actual a los indefinidos de clase A, sino ofrecerle uno de clase B a los que ahora tienen uno de peor calidad. Todo pensando únicamente en que los trabajadores mejoren sus condiciones de vida, que él no se lleva nada. ¿Se puede tener mejor rollo?
A DÃaz Ferranz se le olvidó pedir una cosa, ya que su medida va dirigida contra la precarización, y es que el nuevo modelo de contrato indefinido clase B sustituya totalmente a los contratos precarios, de manera que no se siga contratando gente en esos Ãndices de temporalidad. Al no explicar esto, el empresario se arriesga a que la gente confunda sus intenciones:
Crisis es oportunidad, y los empresarios ven en ella la oportunidad de obtener mejores condiciones para cuando lleguen las vacas gordas. En este caso, de implantarse la medida, el efecto real serÃa que el contrato de clase B fuese reemplazando paulatinamente (y puede que no muy lentamente) al contrato de clase A. Las nuevas contrataciones se harÃan todas de clase B, puesto que al empresario nada le estimula hacer el de clase A.
Tampoco está claro que esta fórmula vaya a reducir la precariedad laboral. No se puede tener a alguien siempre contratado de modo temporal, sino que al tiempo es necesario hacerlo indefinido. Es práctica habitual en el mercado laboral contratar a la gente temporalmente, agotar los lÃmites y luego hacerlos indefinidos. Opinad cuál de estos casos serÃa el más habitual con el nuevo modelo:
a) contrato temporal y luego contrato indefinido tipo A (opción anterior).
b) contrato temporal y luego contrato indefinido tipo B (lo que nos tenemos).
c) contrato indefinido tipo B sin pasar por temporalidad (que es lo que DÃaz Ferranz dice perseguir).
Tampoco ayuda a que pensemos bien el hecho de que el contrato calidad B no tenga lÃmite de aplicación, como ocurre con los contratos temporales. Actualmente si un empresario quiere actualmente mantener a un trabajador, tiene que acabar contratándole con calidad A, mientras que con el nuevo modelo podrÃa mantenerle una calidad B en el contrato indefinidamente.
Sorprendentemente, nadie se paró a rebatir los falaces e hipócritas argumentos del presidente de la CEOE, lo que muestra que en estos programas cada cuál va a soltar su rollo, independientemente de lo que digan los demás.